Artrosis

En la población general el dolor articular está muy presente y en muchos casos hemos oído esa frase tan contundente de “será Reuma” o aún más aplastante de “me han dicho que es artrosis”. La artrosis, también denominada osteoartritis en terminología anglosajona que se emplea mucho en España, para darle un nombre más técnico, es una enfermedad articular muy frecuente (2-4 millones de españoles) apareciendo ya en torno al 10% de los mayores de 20 años.

Su definición es una destrucción progresiva de los cartílagos articulares, ligada a tres factores:
1. Genética: cuando nuestra madre ha presentado artrosis en manos en las mujeres nosotras tendremos una herencia autosómica dominante, es decir, la tendremos seguro.
2. Asociado al déficit estrogénico: se desarrolla en los primeros años después de la menopausia, siendo relevante el déficit de estrógenos fundamental en mantener la densidad mineral ósea. Se provoca alta remodelación ósea subcondral.
3. Asociado al envejecimiento

Pero, ¿Cómo podemos sospechar que estamos comenzando con una artrosis a cualquier nivel?
La sintomatología que podemos presentar varía mucho por lo que es importante consultar al reumatólogo en caso de dolor, rigidez y/o chasquidos articulares, deformidad y disminución o perdida de movilidad. En ocasiones puede presentar también inflamación articular.

Si nos centramos en las diferentes localizaciones donde se puede localizar, la sintomatología puede ser:

Manos: Es la más frecuentes en la mujer, como hemos comentado antes por genética aunque también se asocia a una edad media tras la menopausia.
La localización marca su forma: Inter falángica proximal-> Bouchard Inter falángica distal-> Haberdeen y a nivel de la base del primer dedo (trapeciometacarpiana) llamada Rizartrosis que es la forma mas dolorosa y limitante con dificutad en la función de pinza del pulgar y movimientos de destreza. Se despalza el pulgar: de tirador o pulgar aducto.

Rodilla: suele presentarse con dolor en la marcha o al subir y bajar escaleras, así como crepitación a la Flexoextension de la misma y de forma progresiva deformidad. La mitad de la población adulta de más de 50 años muestra signos radiológicos de artrosis de rodilla, siendo más frecuente en mujeres por encima de 55 años

Cadera: se suele presentar con dolor en la ingle de inicio insidioso o zona medial del muslo. Lateral asocia tenobursitis trocanterea.

Hombros: de origen microtraumático, suele coexistir con: lesión del manguito de los rotadores, capsulitis adhesiva. La clínica que presenta es dolor, limitación a la movilidad y crepitación que se puede agravar al cargar pesos y con el ejercicio.

Columna: La artrosis de columna suele localizarse en la columna cervical y/o lumbar presentando dolor mecánico que aumenta con la flexión o extensión así como con el movimiento de la misma y la bipedestación, pudiendo acompañarse de un dolor radicular junto con debilidad y parestesias

El diagnóstico de esta patología debe ser realizado por un médico reumatólogo, el cual planteará unos objetivos de tratamiento, que debe ser individualizado y ajustarse a la articulación afectada.

El médico reumatólogo, en pleno consenso con el rehabilitador, se basarán en las siguientes premisas para el tratamiento:

a) controlar el dolor
b) mantener la funcionalidad de la articulación
c) reducir al máximo la progresión de la artrosis.

En ACD Rehabilitación contamos tanto con médico rehabilitador como con médico reumatólogo, además de un equipo de profesionales que garantizarán un tratamiento integral y completo para todas aquellas personas que padezcan algún tipo de patología de tipo reumatológico.

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